Florencia K arribó en el T-10 para llegar a tiempo al cumple de su amiga.
14/04 – 15:00 – Una vez más la flota presidencial fue utilizada para un motivo menor: traer a Florencia Kirchner a un cumpleaños a Río Gallegos. En total reserva y mientras Néstor y Cristina estaban en EEUU, el avióN llegó, dejó a la joven y partió hacia su base en Buenos Aires. El lunes 12 el jet volvió a buscarla y tan fugazmente como aterrizó, despegó con una sola pasajera y dos pilotos.
El pasado viernes 9 de abril a la noche, un rápido jet, volando a baja altura y con las turbinas casi inaudibles, comenzó a realizar maniobras de aproximación a la pista del aeropuerto internacional Piloto Fernández de Río Gallegos.
Eran las 21:06 minutos cuando la máquina ingresó al playón de carreteo y se acercó rápidamente a uno de los hangares de la FAA, detrás de cuyas paredes de chapa se detuvo. Una Toyota Hilux SW4 esperaba en proximidad de los galpones, el avión clavó sus motores y de él bajó su única pasajera: Florencia Kirchner.
Dos custodios maniobraron con total rapidez, subieron los bolsos en la parte trasera de la Toyota, Florencia ascendió en el asiento de atrás y raudamente el vehículo partió del aeropuerto con rumbo a la casa de Máximo Kirchner en calle Cañadón Seco de Río Gallegos, donde se observó un aumento considerable de la custodia que permanece en cercanías de su domicilio.
El avión que trajo a la hija del matrimonio presidencial fue el Tango 10, máquina que reabasteció en pocos minutos y decoló esa misma noche con rumbo a Buenos Aires, volviendo solo con sus dos pilotos a su base natural.
Florencia Kirchner llegó a Río Gallegos el fin de semana para asistir al cumpleaños de una de sus amigas con las cuales cursó los estudios en el Colegio religioso María Auxiliadora. Mientras el avión presidencial era movido para trasladar a esta capital a la hija menor de Cristina y Néstor, ambos se encontraban en EEUU en visita oficial a ese país.
El lunes 12 se volvió a repetir la maniobra; esta vez el T-10 tocó pista, vacío, a las 13:55hs y cumpliendo el protocolo ordenado, los pilotos dirigieron la máquina hacia la zona de hangares de la FAA dentro de cuyos galpones el avión permanece invisible a ojos indiscretos. Fue allí cuando una camioneta se acercó y de ella bajó Florencia que recorrió un corto trecho y subió rápidamente las escalerillas de la máquina. Minutos después el avión perteneciente a la flota presidencial abandonaba la pista con un solo pasajero abordo más la tripulación, rumbo a Capital Federal.
Cabe recordar que después de las reiteradas veces en las cuales hemos fotografiado a la familia presidencial haciendo uso del avión, tanto de la provincia como de presidencia, los pilotos tienen orden estricta de estacionar las máquinas más pequeñas en los hangares que la FAA posee en la zona de aeropuerto de Río Gallegos. A pesar de todo, esta medida no alcanza para evitar que podamos estar allí cada vez que se utilicen las máquinas de la presidencia como taxis aéreas. (Agencia OPI Santa Cruz)
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