La feroz campaña de intimidación contra Wikileaks es injusta, peligrosa y atenta contra el Estado democrático de Derecho. Destacados políticos estadounidenses han llegado a tachar a WikiLeaks de organización terrorista y están presionando a corporaciones clave para lograr su cierre. Algunas voces han incluso insinuado que habría que matar a los miembros de su equipo.
El futuro de nuestras libertades, así como del Internet, está en juego. Pronunciémonos de manera urgente para asegurarnos de que nuestros gobiernos actúan de manera proporcionada y respetan las garantías judiciales correspondientes, en vez de seguir escalando esta batalla.
Firma la petición para poner fin a este asalto. ¡Juntos podemos reunir 1 millón de voces esta semana!
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