Sondas de la NASA graban el “canto de la Tierra”
Las sondas gemelas lanzadas en agosto de este año se encuentran en los cinturones de radiación en torno a la Tierra, de donde provienen los sonidos. Imagen: NASA
Así sonarían los cinturones de radiación a un ser humano si en lugar de oídos tuviéramos antenas
La Tierra canta. Y sus sonidos han sido captados con una claridad sin precedentes gracias a dos sondas de la NASA.
“Este sonido o canción se conoce como coro”, explicó Craig Kletzing, investigador de la Universidad de Iowa en Estados Unidos. “Y éste es uno de los ejemplos más claros que hemos oído hasta ahora”.
Los sonidos provienen de una región del espacio conocida como cinturones Van Allen, cinturones de radiación que rodean la Tierra en los que partículas cargadas son atrapadas por el campo magnético del planeta.
Esos cinturones, que llevan el nombre del científico que los descubrió, James Van Allen, son áreas en forma de anillo en las que las partículas se mueven en espiral entre los polos magnéticos.
“Así sonarían los cinturones de radiación a un ser humano si en lugar de oídos tuviéramos antenas”, dijo Kletzing, uno de los científicos que construyó el instrumento receptor utilizado para captar el coro.
La canción no deriva de ondas acústicas que se desplazan a través del aire, explicó el investigador. El sonido es en cambio producto de ondas de radio que oscilan a frecuencias acústicas entre 0 y 10 kHz.
Las ondas fueron captadas por las sondas gemelas RBSP (Radiation Belt Storm Probes, o sondas de exploración del cinturón de radiación), lanzadas en agosto de este año. Las antenas de las sondas gemelas están diseñada precisamente para detectar las ondas de radio que producen el coro.
Electrones asesinos
La grabación fue realizada por el instrumento EMFISIS de la Universidad de Iowa, Electric and Magnetic Field Instrument Suite and Integrated Science, o Suite de Instrumentos Eléctricos y de Campo Magnético.
“Se cree que las ondas de radio cumplen un papel crucial en energizar los electrones que constituyen los cinturones de radiación”, explicó Kletzing.
Uno de las misiones de las sondas gemelas es determinar si el coro es responsable por los llamados “electrones asesinos” que representan serios riesgos a los astronautas y a los satélites que orbitan la Tierra.
Se cree que la mayoría de los electrones en el espacio son inocuos, con niveles de energía demasiado reducidos como para causar perjuicios a los seres humanos o a los sistemas electrónicos.
Pero aquellos electrones que entran en contacto con las ondas de radio del coro experimentan un gran aumento de energía que podría ser riesgoso, según una de las hipótesis que la nueva misión espera investigar.
Los cientícos esperan que las sondas gemelas permitan resolver el misterio de los electrones asesinos.
“La producción de electrones asesinos es algo muy debatido y las ondas de radio son solamente una de las posibles explicaciones”, dijo Dave Sibeck, otro de los científicos de la misión.
“Esperamos obtener suficiente información como para resolver el misterio de una vez por todas”.
“Este sonido o canción se conoce como coro”, explicó Craig Kletzing, investigador de la Universidad de Iowa en Estados Unidos. “Y éste es uno de los ejemplos más claros que hemos oído hasta ahora”.
Los sonidos provienen de una región del espacio conocida como cinturones Van Allen, cinturones de radiación que rodean la Tierra en los que partículas cargadas son atrapadas por el campo magnético del planeta.
Esos cinturones, que llevan el nombre del científico que los descubrió, James Van Allen, son áreas en forma de anillo en las que las partículas se mueven en espiral entre los polos magnéticos.
“Así sonarían los cinturones de radiación a un ser humano si en lugar de oídos tuviéramos antenas”, dijo Kletzing, uno de los científicos que construyó el instrumento receptor utilizado para captar el coro.
La canción no deriva de ondas acústicas que se desplazan a través del aire, explicó el investigador. El sonido es en cambio producto de ondas de radio que oscilan a frecuencias acústicas entre 0 y 10 kHz.
Las ondas fueron captadas por las sondas gemelas RBSP (Radiation Belt Storm Probes, o sondas de exploración del cinturón de radiación), lanzadas en agosto de este año. Las antenas de las sondas gemelas están diseñada precisamente para detectar las ondas de radio que producen el coro.
Electrones asesinos
La grabación fue realizada por el instrumento EMFISIS de la Universidad de Iowa, Electric and Magnetic Field Instrument Suite and Integrated Science, o Suite de Instrumentos Eléctricos y de Campo Magnético.
“Se cree que las ondas de radio cumplen un papel crucial en energizar los electrones que constituyen los cinturones de radiación”, explicó Kletzing.
Uno de las misiones de las sondas gemelas es determinar si el coro es responsable por los llamados “electrones asesinos” que representan serios riesgos a los astronautas y a los satélites que orbitan la Tierra.
Se cree que la mayoría de los electrones en el espacio son inocuos, con niveles de energía demasiado reducidos como para causar perjuicios a los seres humanos o a los sistemas electrónicos.
Pero aquellos electrones que entran en contacto con las ondas de radio del coro experimentan un gran aumento de energía que podría ser riesgoso, según una de las hipótesis que la nueva misión espera investigar.
Los cientícos esperan que las sondas gemelas permitan resolver el misterio de los electrones asesinos.
“La producción de electrones asesinos es algo muy debatido y las ondas de radio son solamente una de las posibles explicaciones”, dijo Dave Sibeck, otro de los científicos de la misión.
“Esperamos obtener suficiente información como para resolver el misterio de una vez por todas”.
Grabación estéreo
“La gente ha sabido del coro desde hace décadas”, explicó Kletzing. “Los radioaficionados están acostumbrados a recogerlo en sus equipos, suenan parecido a los cantos de los pájaros. Usualmente es más fácil escucharlos a la mañana, por lo que a veces se refieren a estos ruidos como el ‘coro del amanecer’”, comentó el investigador. Por encontrarse en la zona de donde se originan los sonidos, las sondas de la NASA han permitido captar el audio como nunca antes.
“Nuestros oídos no pueden detectar ondas de radio directamente, pero podemos convertirlas en ondas sonoras con la ayuda de un receptor de radio de muy baja frecuencia (VLF)”, dijo Dennis Gallagher, otro de los investigadores.
Kletzing espera divulgar en el futuro grabaciones estéreo del canto de la Tierra, algo sin precedentes.
“Tenemos dos sondas con dos receptores, de forma que realizar una grabación estéreo está a nuestro alcance”, dijo el científico.
Una grabación estereo no sólo tendría un “sonido maravilloso”, según la NASA, sino un gran valor científico.
“Algo que desconocemos aún es hasta dónde se extiende la región donde ocurre el coro. Y la capacidad estéreo de las sondas nos permitirá descifrar el enigma”, dijo Kletzing.
El coro recién está comenzando. Las sondas gemelas RBSP se encuentran aún durante su periodo de prueba de 60 días, pero está previsto que su misión se prolongue durante dos años.
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